Un reto de la escritura es evitar repeticiones innecesarias que pueden confundir a los lectores y dificultar la comprensión del texto.
La redundancia también se da cuando usamos la misma palabra repetitivamente dentro del mismo escrito, párrafo o incluso frase; por esta razón, el uso de sinónimos es fundamental para una buena escritura.
La Real Academia Española la define como "la repetición o uso excesivo de una palabra o concepto", aunque. Entendiendo este significado de redundancia, entendemos que es algo que al ser un exceso se convierte en algo malo para nuestros textos y es sencillo de mostrar con algunos ejemplos.
Ejemplos de redundancia
A continuación te daremos algunos consejos para que logres evitar cualquier tipo de repeticiones en tus textos.
Es fundamental revisar nuestros escritos para detectar repeticiones. En ocasiones, durante la escritura inicial, damos ideas que se repiten o utilizamos palabras que podrían omitirse sin perder significado. Al repasar lo escrito, podemos simplificar y ser más concisos, evitando así caer en la trampa de la redundancia.
Una buena forma de asegurarte de que tus textos no tienen redundancias es leerlo más de una vez, pero siempre en periodos de tiempo diferentes. Por ejemplo, si escribes un texto en la mañana, lo ideal es que lo revises en la tarde después de hacer otras actividades. Esto te permitirá tener otra perspectiva de tu escrito.
A menudo, el uso excesivo de modismos o frases comunes puede contribuir a la redundancia. Expresiones como "subir hacia arriba" o "bajar hacia abajo" son redundantes, porque "subir" y "bajar" ya indican la dirección. Es importante ser conscientes de estas repeticiones que restan precisión y claridad a nuestro texto.
El exceso de adjetivos y adverbios puede redundar en nuestra escritura, volviendo los textos pesados y poco claros. A veces, buscamos enfatizar algo utilizando múltiples palabras que transmiten el mismo significado. Un ejemplo de redundancia es "un día muy soleado y brillante". Se puede simplificar a "un día soleado", porque "soleado" ya sugiere brillo.
Cuando moderamos el uso de adjetivos evitamos caer en lugares comunes como "el hielo frío", pues está implícito que frío es una característica de hielo. Es el mismo caso cuando decimos accidente fortuito, ya que mencionamos una característica de la palabra que va en primer lugar.
En la construcción de nuestros textos, es crucial evitar reiterar la misma información sin añadir nada novedoso. Al desarrollar un tema, debemos asegurarnos de no volver constantemente sobre los mismos puntos sin ofrecer nuevos matices. Esta repetición no solo resulta redundante, sino que también puede desinteresar al lector.
En la construcción de nuestros textos, es crucial evitar reiterar la misma información sin añadir nada novedoso. Al desarrollar un tema, debemos asegurarnos de no volver constantemente sobre los mismos puntos sin ofrecer nuevos matices. Esta repetición no solo resulta redundante, sino que también puede desinteresar al lector.
La variación en la longitud y estructura de las oraciones evita que el texto sea predecible y redundante. Usar oraciones cortas y largas es útil. Esto ayuda a mantener el interés del lector. También evita que la lectura sea aburrida.